"..."

Ponemos entre comillas

todo lo que nos viene dado,

cedido o prestado

cuando escribimos nuestras historias.


También aquello que se quiere

resaltar por impropio,

de otras bocas.

Vulgar o de otra lengua.


Por eso yo pongo entre comillas

mi cuerpo, mi motor, mi pecho.

Porque he caído en la cuenta

de que no me pertenezco


Que soy del parto de mi madre

de sus brazos y tus besos

de mis mierdas y nuestros miedos 

de relatos y vidas ajenas


Que poseo el cuerpo sudoroso

que respira en tus axilas

con las mejillas rosadas

Después pasearme como una perra


Y un lunes cualquiera 

veo otra imagen en el espejo

arrastrando la rutina en mis pies

que en el alma como losa pesa


Unos días soy la euforia y la alegría

mi barriga llena de piñatas

de matasuegras y ferias

como de barrio una verbena


Otros me revuelco en la pena

en la garganta un cuchillo

que apuñala mi leve sistema

clavándolo al suelo sin motivo


Y tu dices que me conoces

¿no ves que no tienes ni idea?

Si cojeo de los dos pies zurdos

y no sé bien que pasa nunca por mi cabeza


Soy una vida ajena

Un signo de ortografía doble

Una marca más en la piel

Un verso que ni rima ni pega


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