ME INTERESO

Me intereso, me veo, me aguanto y me respeto.

Me deseo, me deshago y me pierdo.

Me rehago y me retrato en palabras de tinta china.

Me identifico con mujeres, con una, con varias, con miles.

Y con ninguna. O con todas a la vez a veces.

Me siento valiente, lo suficiente para saber esconderme,

Siento miradas calvadas aún cuando nadie mira.

Me represento en el arte, en el miedo, en lo sólido y lo líquido.

En el aire caliente y en las ráfagas de frío.

Me destruyo a veces porque así lo quiero y siento

Me ahogo en vasos de agua grandes como piscinas.

Me recreo en las esquinas superiores de las paredes

tejiendo telarañas con los ojos que atrapen la rutina.

Busco siempre la palabra perfecta en el momento impreciso

Y la escribo, muchas veces, porque no la puedo gritar.

Registro en la memoria que habita la punta de mis dedos,

Cosas que contar como pasto a la manada hambrienta

Y alimento así mi ego enfermo que patina sobre hielo.

Me hermano, me entrego y me elevo ante el tiempo.

Te abrazo, te absorbo y de ti lo menos malo retengo

O si me dejas lo más bueno, y me nutro de carencias

de desordenes, puntos de fuga, de tristezas y de miedos.

Me empodero sin ayuda, sin vergüenzas y sin freno.

Y si me gritas no te oigo, si no me tocas ni te veo

Te huelo en perfumes de días cerrados en cuartos manchados

De suelos helados, de risas borrachas en días nublados.

“Te necesito” nunca fue una opción válida a mi lado

Quiéreme cerca y nutrámonos, hambrientas y juntas.

desde el tuétano oscuro hasta el hígado sangriento,

desde la aorta latente al sonido que el martillo escucha,

rozando de camino mis sabias cicatrices del costado.