8M
Consigo meter a la niña en el carro en un tiempo récord, igual me da tiempo de pasar por el parque antes de ir a recoger a el otro. El otro es mi hijo. Me dijeron que lo ideal sería tener una parejita. Lo ideal, ¿para quién? Estamos a punto de salir y por un segundo pienso en mí y me doy cuenta de que me estoy cagando. De hecho, me doy cuenta de que desde que salí esta mañana hacia el curro no he cagado. No me da tiempo a cagar, es así. Cuando me entran ganas, de pronto recuerdo que hay algo más urgente y lo dejo pasar y así voy por la vida: olvidando cagar. Olvidándome de mí. Perdonad que sea soez, pero es que es así. Le dejo la tablet a la niña para que se entretenga mientras voy al baño. Me siento mala madre, escucho en mi cabeza todas esas voces chirriantes de madres modelo diciendo que las pantallas vuelven tontos a los niños. Pienso en que ya me fustigaré luego, después de cagar. Entro en el baño, me bajo el pantalón, las bragas y me dispongo a tener un minuto de paz, pero el pe